El pasado 4 de agosto organizamos un taller de introducción al trabajo con la arcilla. Participamos unas 15 personas de los grupos de Vallecas y Barrio del Pilar.
Interés: La transformación interna a través del trabajo con la materia y desarrollar sus tres características centrales de tono, permanencia y pulcritud.
Herramienta: La arcilla
Punto de
Vista: Historia del trabajo con materiales y su
relación con lo Mítico.
El desarrollo de la permanencia, la pulcritud y el tono son lo primario. El trabajo con
la materia es un trabajo que hace poner la cabeza de una manera más reflexiva, de
otra forma diferente a la habitual, que es más acelerada y compulsa.
Son trabajos inspiradores, donde el punto no es la
producción artística, sino la experimentación con la materia, en este caso la
arcilla, para lo cual hay que meter el cuerpo, las manos y poner bien la
cabeza.
Las transformaciones que producimos en la materia
son también transformaciones en la persona que hace el trabajo. El trabajo con
la arcilla se puede considerar el esfuerzo que uno hace para modelarse a si
mismo.
Por otro lado, podemos observarnos a nosotros mismos,
ya que nuestra manera de representarnos las cosas se plasma en la materia. Yo
tengo una imagen en la cabeza, por ejemplo, una esfera, y al manipular la
materia “saco” esa imagen al exterior. Para construir una rueda primero tengo
que imaginarla, representarla en mi cabeza, y después hacerla.
Puedo observar si esa figura coincide con la imagen
que me representé, si es proporcionada, o por el contrario, es más grande o más
pequeña que la imagen que tenía, si está más o menos acabada… Todo eso me dice
cómo funciona mi cabeza, cuáles son mis tendencias.
Permanencia: tiene que ver con el
desarrollar un plan, con mantener el trabajo sin dejarlo a medias. Por ejemplo,
si empiezo a modelar una figura, trato de terminarla.
Pulcritud: una forma ordenada de hacer
las cosas…, buscando la proporción, con la cabeza ordenada, el ámbito del
taller ordenado. Por eso, al acabar, tratamos de dejar todo como estaba,
recogemos la arcilla que sobra, limpiamos…
Tono: un modo de hacer las cosas
de manera reflexiva, con gusto e interés, sin compulsiones. Cada material
necesita un tono, una intensidad. Con la arcilla hay que aflojarse, soltar la
cabeza, ir trabajando la arcilla con suavidad, hasta lograr la forma que habíamos
imaginado.
Punto de vista
Hace millones de años (2,5 millones) los homínidos empiezan a producir herramientas y se da un salto evolutivo. Empiezan a construir objetos de madera, luego de piedra… En algún momento (parece que hace 1 millón y medio) empiezan a utilizar y conservar el fuego que proporcionaba la naturaleza. Bastante tiempo después se logró producir ese fuego a voluntad (400.000 años). Ese acto sería revolucionario y lo cambiaría todo.
Desde
la conservación del fuego hasta su producción, aprendiendo como elevar su
temperatura y aplicarlo en la creación de objetos mediante el empleo de los
hornos, son hitos no solamente externos, también son la manifestación de
procesos internos, de relaciones y comprensiones nuevas en el ser humano. Esos
hitos se ven en los mitos universales en la base de las diferentes culturas. El
trabajo con la materia y los hornos es la forma de acercarnos a ese proceso
histórico, rescatando registros y miradas antiguas.
En
el Génesis se dice: “el hombre fue hecho de barro y dios le da el soplo de
vida”. El soplo, ese aire tibio o caliente hace referencia al aire caliente que
entra y circula en el horno cerámico.
En
el mito de Gilgamesh (Mesopotamia) se habla del hombre peludo, es decir, de
adobe, barro y paja. Estos mitos nos hablan de un método de fabricación cerámica.
La arcilla
La
arcilla es un material blando, fácil de trabajar. Los primeros trabajos con
arcilla fueron el moldeado y la fabricación de pequeñas piezas.
Ya
en el Paleolítico (35.000-10.000
a.e. piedra tallada)
aparecen las primeras figuras de barro cocido. Las figuras más antiguas son
pequeñas diosas de la fertilidad. Más tarde, en el Neolítico (7.000-3.000 a.e, piedra pulimentada) aparecen la cerámica
(barro cocido a altas temperaturas que cambia de cualidad) y el vacío, lo que
lleva al uso de vasijas, que sirven para almacenar, y moldes, para copiar
figuras que ya existían.
En
Mespotamia se inventaron las primeras herramientas para trabajar mejor la
arcilla, como el torno del alfarero y el horno para cocerla. En Grecia o Egipto
se decoraban con motivos geométricos, plantas y escenas de la vida cotidiana.
Técnicas de modelado y decoración
Está
el modelado a mano. El modelado con torno. Y
el modelado en molde de yeso.
Para
los acabados y decoración pueden hacerse dibujos con alguna herramienta
punzante, se puede bruñir (pulir y
sacar brillo) con una cuchara o piedra lisa. Una vez acabada la figura se puede
pintar con esmalte.
Para
el secado de la arcilla, es conveniente que no le dé el sol directamente.
Elaboración
1º.
Preparar. Es importante amasar bien la arcilla para que la humedad se reparta y
sacar cualquier burbuja de aire, que al cocer podría hacer estallar la pieza.
2º.
Modelar. Se puede modelar con las manos o usando algún tipo de herramienta.
Para que no aparezcan rajas, se puede ir añadiendo agua al modelar.
3º.
Secado y pulido. Luego se deja secar al aire. Cuando está completamente seca,
el color se aclara y se vuelve más dura. Entonces se puede pasar una lija fina
o una esponja húmeda para pulir.
PRÓXIMO TALLER:
Sábado 7 de septiembre a las 11:00 horas
Tema:
Fabricación de moldes: el molde caldeo
Lugar: afueras de Tres Cantos.
Más información: proyectoshumanistas@yahoo.es
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