Participantes en el taller de este mes |
En talleres
anteriores hemos trabajado con moldes de arcilla, de escayola, de una pieza
y de dos (lo que llamamos taceles). El sábado pasado estuvimos haciendo cerámicos esos moldes y otras figuras. También seguimos con los moldes de escayola para, en próximos talleres, fundir broce u otros metales. Algunos estuvieron trabajando con la arcilla.
Introducción al taller
El interés de
estos trabajos no es artístico, ni siquiera hacer una pieza bonita. Se trata de
experimentar con la materia, porque al transformarla se producen
transformaciones en el operador.
Es una forma de poner la cabeza, de manera más reflexiva.
Pero también creativa, dando vuelo a las inspiraciones. Y para estos trabajos
hay tres intangibles que es
interesante desarrollar aquí: tono, permanencia y pulcritud.
- Tono: es una manera de hacer las cosas reflexiva, con gusto, con interés en lo que hago, complementando con otros.
- Permanencia: se trata de mantener un plan en lo que hago, sin desviarme de lo primario, aprendiendo a resolver las dificultades que van surgiendo.
- Pulcritud: es una forma ordenada de hacer las cosas, tratando de poner las mejores condiciones, en mi trabajo y en las relaciones con los otros, sin caer en excesos ni en lo contrario.
Nuestro punto de
vista va al proceso humano.
La historia del ser humano puede verse en la historia del
horno, en su experiencia con el fuego, en su descubrimiento, conservación y
producción.
La historia del fuego va de la mano con el desarrollo
humano, con su religiosidad, su imagen del universo, su psicología y sus
avances tecnológicos y sociales.
Los hornos ayudaron, primero, a conservar el fuego cuando no
se sabía cómo producirlo. Más adelante (mucho, mucho más adelante) facilitaron
la subida de temperaturas que permitieron la fabricación de objetos que fueron
cambiando la forma de vivir y de relacionarse.
Pero no fueron solo hitos externos, sino una manifestación
de procesos internos, de nuevas relaciones y comprensiones. Estos hitos se ven
en el origen de grandes mitos universales.
Trabajando con los hornos, con el fuego y la materia nos
acercamos a ese proceso histórico del ser humano, rescatando registros y
miradas antiguas, que nos ayuden a entender de dónde venimos.
El taller es un ámbito físico y mental, un ámbito de
relaciones que cuidamos entre todos. También es un ámbito de inspiración. Y no
importa que a uno no le salga la figura o lo que esté trabajando. La
inspiración es como la yesca que prende el fuego, pero luego ese fuego pasa de
una tea a otra, se transmite. A veces uno no se inspira, pero lo hace el de al
lado, y eso es “contagioso”.
Trabajos en arcilla: relieve y vasija |
Procedimientos
Se puso en marcha el horno para cocer figuras y moldes de arcilla. Subimos la temperatura hasta hacer cerámica. Hay que colocar las figuras de forma
que no se toquen y que no les llegue el fuego directamente. Subir lentamente de
300 a 400º, mantener en 600º, luego subir hasta 800º (rojo). Ahí la arcilla ha
perdido toda el agua. El agua está asociada a la arcilla, de manera que al
perderla el material cambia para siempre de forma irreversible: se convierte en
cerámica.
Subimos hasta 900 o 1000º (naranja, a partir de 1.200º,
blanco) para asegurar la cocción. Luego hay que ir bajando la temperatura
lentamente.
Figuras cerámicas. Al fondo del horno: moldes |
Moldes: tacel con canicas. Se prepara la escayola y
se vuelca sobre la caja cubriendo la figura hasta la mitad, se ha marcado
previamente (cuanto menos espesa mejor graba). Antes de que la escayola se
seque del todo se introduce la figura (cubierta de vaselina o de jabón).
Colocar una canica cubierta de vaselina en cada esquina. Antes de que fragüe
del todo, quitamos las canicas.
Cuando
está bien seco, damos vaselina y volcamos el resto de la escayola. Dejar secar
un día antes de abrir el molde. Si no se dio bien de vaselina puede costar
sacar la figura. Se juntan de nuevo los taceles. Las
aberturas que puedan quedar se pueden tapar con arcilla (70% polvo de arcilla +
30% agua y un chorro de vinagre, mezclando bien todo).
Si
quisiéramos hacer una figura vacía, habría que esperar a que la capa externa
vaya solidificando y vaciar la papilla del interior. Si la capa de arcilla que
se deja es muy fina, se romperá. Esto se puede hacer porque la escayola va
absorbiendo el agua. Calculamos un poco más de papilla, porque tenemos que ir
rellenando. Esto tarda en secar 3 o 4 días.
Molde de dos taceles en escayola |
Molde de escayola. Proporción de agua:
colocamos escayola en un cuenco y vamos añadiendo poco a poco agua, vamos
removiendo. Tiene que estar muy bien disuelta y el proceso tiene que ser
rápido, pues la escayola fragua rápidamente. Echarlo en una caja bien
reforzada.
Caja para molde a partir de figura de arcilla |
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