Temas sobre la Acción Válida
Este
apartado trata sobre los doce Principios de Acción Válida. Cada uno de los
temas está acompañado por una breve historia, fábula o leyenda, con la
intención de ilustrar plásticamente el principio que sirve de base al tema formativo.
Los
principios están tomados de “La Mirada Interna, de Humanizar la Tierra”.
Las historias con que son acompañados han sido extraídas de textos anónimos y
populares (en algunos casos modificados sustancialmente), de distintas
culturas.
1° El principio de adaptación. Dice así:
"Ir contra la evolución de las cosas, es ir contra uno mismo".
Este
Principio, destaca que cuando por anticipado se sabe el desenlace de un acontecimiento,
la actitud correcta es la de aceptarlo con la mayor profundidad posible,
tratando de sacar ventaja aún de lo desfavorable. Examinar momentos de la vida
en los que no tuvimos conocimiento de este Principio y por tanto obramos en
contrario, nos ilustrará convenientemente sobre el significado del mismo. Será
más interesante aún, reflexionar sobre el momento que estamos viviendo y
estudiar las consecuencias de sufrimiento para nosotros y para nuestras personas
próximas, en caso de no tener en cuenta el Principio.
Estamos
explicando que las cosas a las que no debemos oponernos, son aquellas que
tienen un carácter inevitable. Si el ser humano, por ejemplo, hubiera creído
que las enfermedades eran inevitables, la ciencia médica jamás hubiera
avanzado. Gracias a la necesidad de resolver problemas y a la posibilidad de
hacerlo, la humanidad progresa.
Si una
persona queda sola en el desierto, ¿es inevitable que muera? Esa persona hará
el esfuerzo de encontrar salidas a su situación y, en efecto, encontrará un
oasis o bien la encontrarán a ella con más facilidad, si utilizó todos los recursos
posibles para hacerse ver a la distancia. Así es que este Principio se asienta
en la situación de lo inevitable, para ser aplicado correctamente.
En cuanto a
la fábula que ilustra este principio, podemos contarla así:
En una
laguna vivía una tortuga llamada "Pescuezo de tortuga" que tenía como
amigos a dos gansos salvajes. Entonces, vino una sequía de doce años que dio
por resultado estas ideas a los gansos: "Esta laguna se secará. Buscaremos
otro pozo de agua. Con todo, debemos despedirnos de nuestra amiga, pescuezo de
tortuga".
Al hacer
esto, la tortuga dijo: -Soy habitante de estos lugares y siempre podría
encontrar agua, pero vosotros no tendríais suficiente, así es que yo comprendo
vuestra partida. No obstante, tendría una vida aburrida. Por consiguiente,
debemos partir juntos.
-Somos
incapaces de llevarte con nosotros pues eres una criatura sin alas.-Pero,
-siguió diciendo todavía la tortuga- hay un recurso posible. Traigan un palo de
madera.
Los gansos
hicieron esto, y la tortuga se sostuvo en el medio del palo con sus mandíbulas
y dijo: -Ahora téngalo firmemente con vuestros picos; cada uno de un lado
levante vuelo y viaje regularmente por las alturas, hasta descubrir otro lugar
deseable en el que podamos vivir los tres.
Pero ellos
replicaron: -Hay dos obstáculos en este lindo plan. Primeramente, tú no tienes necesidad
de ir a otro lugar, cosa que para nosotros es cuestión de vida o muerte. El
palo y tu peso pondrán en peligro nuestro vuelo y por lo tanto a ti misma.
Además, si siguiendo tus costumbres te pusieras a charlar, perderías la vida.
-¡Oh! -dijo
la tortuga- vosotros necesitáis agua y yo compañía estamos pues en la misma situación.
En cuanto a mi conversación, desde este momento hago voto de silencio; me
quedaré así mientras estemos en el aire.
Los amigos
pusieron el plan en marcha, pero mientras llevaban trabajosamente a la tortuga por
sobre una ciudad vecina, el pueblo, abajo, notó aquello y se levantó un
murmullo confuso cuando algunos preguntaron:
-"¿Qué
es ese objeto semejante a un carro, que dos pájaros llevan por el espacio? Tal
vez sea algún maharajá o acaso otro ser poderoso".
La tortuga
recordando las piedras que los niños arrojaban sobre ella en la laguna, quiso mostrar
al pueblo que ahora volaba y gritó entonces orgullosamente:
- ¡Soy yo,
Pescuezo de tortuga!
Apenas
habló, la pobre perdió su sostén, y cayó al suelo. Y la gente que deseaba su
carne, la cortó en trozos y se la comió.
Reflexiones:
- Examinar momentos de la vida donde actuamos en contra de este principio.
- Reflexionar sobre el momento que estamos viviendo y estudiar las consecuencias en caso de no tener en cuenta el principio.
PRÓXIMA REUNIÓN:
Miércoles 13 de noviembre de 20:00 a 21:30 horas
Tema:
Acciones válidas: "El principio de acción y reacción"
C/ Ponferrada, 4 local (Barrio del Pilar) junto a bar Pichy - 28029 Madrid
Metro Peñagrande
Metro Peñagrande
Se ruega confirmar asistencia: 615 34 30 29 - 617 722 444
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