viernes, 25 de febrero de 2022

La Comunidad denuncia la invasión rusa de Ucrania y la expansión militar de la OTAN


Ante la invasión del ejército ruso a Ucrania, hacemos público:

  • Un llamamiento, a la unión de todos los humanistas del mundo para condenar y denunciar esta invasión.
  • Exigimos, el alto el fuego inmediato de todas las partes en conflicto.
  • Denunciamos, la invasión de Ucrania por el ejército ruso y la expansión de los arsenales militares de la OTAN en toda la región, como agresiones alarmantes a la paz mundial.
  • Exigimos, a la ONU y a las partes afectadas, un diálogo, urgente y supervisado, hasta que derive en soluciones y compromisos mundiales urgentes.
  • Sabiendo que, la violencia destruye, la no-violencia es la única manera de enfrentarse a este conflicto.
  • ¡No habrá futuro, sino es de todos y para todos!

Porque, como ya dijo Silo en 2006:

“La gente está diciendo en todas partes, que la guerra es un desastre. ¡Demos una oportunidad a la Paz! Para evitar la catástrofe atómica futura, debemos trabajar superando la violencia HOY.

  1. Retirar las tropas invasoras.
  2. Devolver los territorios ocupados.
  3. Desmantelar los arsenales.

Éstas son las urgencias del momento.

¡Ésta es la causa de las mujeres y hombres valientes!”

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Equipo de Coordinación Mundial de La Comunidad para el desarrollo humano

domingo, 13 de febrero de 2022

Ventanas abiertas: Paisajes donde crecimos

En el número 17 de enero-febrero nuestra revista, Ventanas abiertas, se sumerge en los Paisajes donde crecimos. Repasamos algunos hitos y experiencias que fueron marcando el nacimiento de nuestras creencias y nuestra sensibilidad vital, en relación a nuestra generación.

Editorial: Paisajes donde crecimos (Olga Pardo)

Nuestra foto del mes:

Hogares en tránsito (Ed Braidwood)

Relatos sobre experiencias vitales:

El diario de dinosaurios (Cristina Fernández)
Las vueltas del LP (Claudia Bursuk)
Crecer sin prisas (José Luis Cisneros)
Raíces e identidad (Ana R. Valle)
Una mirada atrás en el camino (Pedro Pozas)
Piedra, papel y tijera (Betina F. Mattio)
Otros tiempos (Gustavo Olivera)
Las autopistas de la información (Mika Soler)
Quizás nos crio internet (Eva Gil)

Poemas:

Nacimiento casual (Carmen Santos Bonet)
Recuerdos de infancia (Tomás J. Sánchez)
Muy feliz (Daniela l. Radu)

En Gente que inspira reconocemos el aporte de los profesores con los testimonios de una profesora y una antigua alumna:

La oportunidad de enseñar (Amelia Sáez)
Volver al instituto (Olga Pardo)

Tenemos algunos libros que nos recomienda la Agencia DeLetras y una reseña de una novela islandesa.

Otros aportes son las acuarelas de la pintora Vivianne Tantra y la presentación del video Chamanes y ancestros, de Chema Lebrón y Craig Stuart.

En Noticias positivas hablamos de la acción solidaria de los vecinos de la isla de Chiloé (Chile) asolada por un incendio recientemente.

En Ventanitas, Amada Carrero enseña a los niños juegos tradicionales y María Jesús Pérez les dedica el poema "Me gusta".

Acabamos con la sección Humanizarte, titulada El paisaje de formación, sobre la mirada humana y el origen de las creencias.

Para el número de marzo-abril os proponemos el tema "Una habitación propia" (en referencia al libro de Virginia Woolf), centrado en las mujeres creadoras, artistas, escritoras, etc.

A la cual os invitamos a participar.

Por último, os presentamos nuestro nuevo blog, donde iremos volcando todos los contenidos de la revista:

jueves, 10 de febrero de 2022

La mirada propia y la de los otros

 

Son numerosos los factores que han actuado en nosotros para ir produciendo un comportamiento personal a lo largo del tiempo, una codificación en base a la cual damos respuestas y nos ajustamos al medio. 

Frente a nuestro medio de formación actuábamos con modos característicos. De cara a los valores establecidos arremetíamos contra ellos, o los aceptábamos, o nos replegábamos sobre nosotros mismos. Así íbamos formando nuestras conductas en el mundo de relación, pero existían además reajustes continuos.

Mirábamos ese mundo y mirábamos a otras personas mientras actuábamos. Parejamente, éramos “mirados” por otros que nos alentaban o nos reprobaban.

Desde luego, existía una “mirada institucional” propia del sistema legal, también una “mirada propia de las convenciones y costumbres”. También para algunos una mirada más compleja. Una mirada ‘externa’, pero que nos escrutaba no solamente en nuestro comportamiento externo, sino en nuestras intenciones más profundas. Era la “mirada de Dios”. Para otros era la “mirada de la propia conciencia”, entendiendo a esta como una disposición moral del pensamiento y la conducta.

La “mirada externa” es la propia mirada, interpretada como si fuera la del otro, siempre es la mirada de uno; lo que pasa con este tipo de mirada es que al no reconocerla como propia (ya que es la parte de uno mismo que no se reconoce como propia), se transforma en la “mirada del otro”.

Las miradas en general se desprenden de creencias (de lo que creo en general y particularmente de las cosas). Como el paisaje de formación es una suma de creencias, lo que se puede modificar es la mirada que se tiene del propio paisaje. 

La verdadera actitud de nuestra vida actual, es la suma de creencias de nuestro paisaje de formación. Todas las miradas se mueven dentro de esta misma lógica.

En cuanto a la mirada ligada al “enemigo” (a veces ubicamos un “enemigo” en nuestra vida: alguien que nos ha perjudicado, criticado o dañado de alguna manera y que nos genera resentimiento), es aquella mirada lanzada y proyectadas como imagen sobre una persona en la cual observo una mayor estructura de carencias propias. Es de interés describir al propio enemigo si se le tiene identificado, ya que este mecanismo es útil para describir el conjunto de creencias que existen en uno mismo.

Para ir chequeando cómo se va avanzando con respecto a la comprensión del trabajo del paisaje de formación, es importante apercibirse de las verdaderas actitudes o antepredicativos (son aquellas que están instaladas previo a lo que hagas o digas cualquier cosa) o prejuicios.

Hay prejuicios epocales y estos se relacionan con otros prejuicios ligados al propio paisaje de formación, es decir, al medio inmediato en que me formé.

La propia mirada sobre el mundo y las “miradas ajenas” sobre uno mismo, actuaban pues como reajuste de conducta y gracias a todo esto se fue formando un comportamiento. Hoy ya contamos con un enorme sistema de códigos acuñados en nuestra etapa de formación.

Nuestra conducta responde a él y se aplica a un mundo que, sin embargo, ha cambiado.

(Del libro Autoliberación, de Luis Alberto Ammann)