Lo primero que debemos preguntarnos es qué entendemos por violencia. ¿Será la agresión física, la discriminación por raza, por sexo, el maltrato psicológico, los prejuicios…?
Violencia (del latín violentiam: uso excesivo de la fuerza): «Es el modo más simple, frecuente y eficaz para mantener o usurpar el poder y la supremacía, para imponer la propia voluntad a otros, para apoderarse de la propiedad e incluso de la vida de otro… Existe igualmente una violencia física y psicológica, directa o encubierta, como también diferentes grados de violencia al nivel de la familia, de la nación, de la política internacional, de la relación del hombre con la naturaleza y las especies animales, etc. Observamos en todos lados manifestaciones de violencia para resolver problemas o lograr objetivos»
¿Cómo surge la violencia?
«El ser humano, por su apertura y libertad para elegir entre situaciones, diferir respuestas e
imaginar su futuro, puede también negarse a sí mismo, negar aspectos del cuerpo, negarlo
completamente como en el suicidio, o negar a otros. Esta libertad ha permitido que algunos
se apropien ilegítimamente del todo social; es decir, que nieguen la libertad y la
intencionalidad de otros, reduciéndolos a prótesis, a instrumentos de sus intenciones. Allí
está la esencia de la discriminación, siendo su metodología la violencia física, económica,
racial y religiosa. La violencia puede instaurarse y perpetuarse gracias al manejo del aparato
de regulación y control social, esto es: el Estado. En consecuencia, la organización social
requiere un tipo avanzado de coordinación a salvo de toda concentración de poder, sea ésta
privada o estatal. Cuando se pretende que la privatización de todas las áreas económicas
pone a la sociedad a salvo del poder estatal se oculta que el verdadero problema está en el
monopolio u oligopolio que traslada el poder de manos estatales a manos de un Paraestado
manejado no ya por una minoría burocrática sino por la minoría particular que aumenta el
proceso de concentración». («La violencia, el Estado y la concentración de poder», del libro Cartas a Mis Amigos, Silo).
Y, por otro lado, ¿qué entendemos por «no violencia»?
Una definición podría ser: «La no violencia activa se basa en resistir la violencia que hay en uno y fuera de uno, en rechazar la violencia y la discriminación en la vida cotidiana, en aprender a tratar al otro como a uno le gustaría que le traten, y es también una intención y una elección».
Trabajo individual
Reflexiona sobre la violencia que otros y la sociedad ejercen sobre ti y la violencia que tú ejerces sobre quienes te rodean. Toma nota.
Pasea la mirada por tu pasado y observa la violencia que has sufrido y la que has ejercido, revisa si eres capaz de reconciliarte sentidamente contigo mismo y con quienes te hayan violentado, para superar el resentimiento acumulado. Toma nota.
Medita también sobre la creencia arraigada de que la violencia es algo inherente, algo “natural” en la conducta del ser humano, y que es necesaria para resolver ciertos tipos de conflictos. Toma nota.
Trabajo en conjunto
Comentarios e intercambio sobre las comprensiones logradas en el trabajo individual. Toma nota.
Síntesis del trabajo en grupo
Debatimos si la violencia es algo natural, propia de la naturaleza humana, una compulsión irracional o inducida por los valores aprendidos. Pero observamos que en muchas situaciones no es algo solo impulsivo, hay una premeditación, por tanto unos intereses detrás.
Concluimos que, aunque puede haber un factor instintivo, la violencia, básicamente, es algo aprendido y que se mueve para lograr unos objetivos y/o unos beneficios personales. Un tipo de acción donde cosifico, deshumanizo al otro para convertirlo en "objeto" de mis intenciones.
No preguntamos cómo superar la violencia.
Veíamos la necesidad de la reconciliación con uno mismo, el diálogo interior y con los otros, el autoconocimiento, la compasión, la comprensión...
Pero destacamos que ser víctima de la violencia no es algo personal o particular, ya que muchos tipos de violencias se sufren de forma generalizada: la violencia económica, de género, psicológica, la exclusión, la intolerancia de ideas, por la religiosidad... Concluimos que si solo es personal es, sobre todo, social. Por tanto, solo puede superarse dando respuesta social y personal.
Partimos de un registro interno de la violencia, de una experiencia, no de una idea, para entender cómo nos afecta y cómo superarla (adentro y afuera).
Concluimos que la no violencia es una actitud, intencional y que, por tanto, es una actitud que podemos educar en nosotros y en la sociedad...
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