Olga Pardo | En estos talleres hay tres trabajos principales que realizamos: trabajos con arcilla, con vidrio y con metal. Tienen técnicas y requieren actitudes diferentes. Básicamente los tres son para atender.
El barro cambia de cualidad al pasar a cerámica (1.000º)
funciona por calor ambiente, sin fuego directo. No se puede hacer con prisas,
tienes que regular tu velocidad, sin forzar el material, dándole tiempo para la
cocción… Necesita mucho de eso que tenemos tan poco: “paciencia”.
El metal y el vidrio, sin embargo, no cambian sus
características esenciales al fundir y aquí sí aplicamos el calor de
forma directa e intensa. El vidrio y los metales se parecen bastante.
De estos trabajos nos interesa, no tanto la parte artística,
sino el tema de manejar la atención.
Si nos interesamos por la historia del ser humano, parece
que hubo un cambio espiritual con el
descubrimiento del poder de operar y cambiar sustancias. No se trataba solo de
fabricar objetos, sino de tomar conciencia de nuestra capacidad de transformar
el mundo que nos rodea y de la intuición de que la vida no termina, sino que se
transforma, como las sustancias…