En 2007 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró al 2 de octubre, día del nacimiento de Mahatma Gandhi, como Día Internacional de la No Violencia.
La Comunidad para el Desarrollo Humano, agrupación social y cultural del Movimiento Humanista lleva trabajando más de 50 años con el objetivo de instaurar una cultura de paz y no violencia en el mundo. Una cultura y una nueva conciencia que repudia la violencia, pone al ser humano como el valor central y utiliza la no violencia activa como método de acción.
Un rápido vistazo al panorama mundial revela que la situación actual es crítica. Los conflictos armados se suceden en amplias regiones del planeta unidos a una profunda crisis financiera mundial y la amenaza nuclear que se cierne como una urgencia inmediata. Además, los recientes desastres «naturales» se cobran dramáticas pérdidas humanas, mientras tantas otras personas se ahogan cruzando el mar en busca de un futuro mejor. También hay quienes mueren lentamente en su adicción al fentanilo, que ya es considerada una pandemia en los Estados Unidos, y el uso de otras drogas, legales o ilegales.
En todo el mundo estamos presenciando una preocupante profundización de la desigualdad económica, con una creciente concentración de la riqueza que relega a la mayoría de la población a la miseria, la explotación y la privación de sus derechos fundamentales. Además, estamos viendo un resurgimiento de ideologías violentas y discriminatorias que se disfrazan como soluciones a la crisis sistémica actual. Esta situación ha dado lugar a un aumento en el aislamiento social, la resignación y una sensación de desorientación que ha provocado la aparición de síntomas de malestar psicosocial, lo que representa una peligrosa desconexión entre el individuo y su entorno social.