domingo, 25 de febrero de 2018

Defendamos el derecho a acoger, a proteger, a promover y a convivir con los migrantes


Cerca de 244 millones de personas viven fuera de su país de origen, el mayor número de la historia. La gran mayoría son migrantes en busca de trabajo.

Pero más de 60 millones son personas desplazadas por guerras y conflictos. En los últimos años, más e 60.000 personas han muerto en peligrosos desplazamientos por tierra y mar. Solo en el Mediterráneo, en 2016, murieron 5.000 personas. 

En 2017 se han incrementado mucho las muertes en la frontera entre EE.UU. y México. 

La inmensa mayoría de los refugiados, el 86%, están desplazados en países pobres. Entre los países donde se concentra un mayor número de refugiados están Turquía, Pakistán, Líbano, Irán, Etiopía, Jordania y Kenia.

Las personas que defienden los derechos humanos encuentran serias dificultades, desde el rechazo social hasta arriesgar sus vidas, explica Amnistía Internacional en sus últimos informes. Al igual que defender el medio ambiente, defender los derechos para todos va contra los intereses del "mercado", ese ente que parece estar por encima de los seres humanos a la hora de priorizar.

Si fuéramos capaces de ponernos en el lugar de las personas que se han visto obligadas a dejar su hogar, a sus seres queridos, sus tradiciones y costumbres para viajar, jugándose al vida, a países donde creen que pueden estar a salvo o lograr una vida digna, que se les niega en su país... para llegar a lugares donde ni se les trata con dignidad, ni se sienten seguros... si fuéramos capaces, quizá estaríamos moviéndonos ya para incluirles, para denunciar los abusos, la discriminación y el maltrato... Tratémonos bien. Mañana podemos ser nosotros los que necesitemos pedir asilo, porque nada está asegurado. Tratémonos bien, sobre todo, por coherencia.