Cuando se habla de Fe, siempre se da por entendido de que se habla, sin ponerse a pensar sobre el tema de la fe. Se dan por entendidas y aceptadas muchas cosas, pero cuando se habla de fe, seguramente habrá también muchas interpretaciones.
Hay una fe ingenua, conocida con credulidad, y otra violenta e injustificada que provoca el fanatismo. Ninguna de las dos es aceptable porque una nos pone frente al accidente, y la otra nos hace comportarnos como dueños indiscutibles de toda la verdad.
Lo importante de la fe, entonces, es la tremenda fuerza que provoca, tanto para lo injustificable, como para la causa justa. Por tanto, a nosotros nos interesa de la fe su orientación, a que se le pone fe.
Hay un tipo de fe que va contra la vida y dice “la ciencia destruirá nuestro mundo”. ¡Cuánto mejor será poner fe en humanizar a la ciencia para que esta esté al servicio de toda la humanidad!
Y quien quiera humanizar, que ayude a levantar los ánimos mostrando la posibilidad futura. ¿Sirve acaso a la vida, la derrota anticipada del que ya no cree? ¿Podría la ciencia, haberse sostenido sin la fe? Si una fe abre el futuro y da sentido a la vida, orientándola desde el sufrimiento y la contradicción hacia la acción valida, entonces es una fe útil a la vida.
Si logras fe en ti mismo y en lo mejor de quienes te rodean, fe en nuestro mundo y en la vida abierta al futuro, empequeñecerá todo problema que hasta hoy te pareció invencible.
Experiencia Guiada "El Festival"
Escuchar
Intercambio acerca de la experiencia y sobre las
siguientes reflexiones
En qué situaciones he sentido fe en mi vida, qué estaba haciendo entonces. Qué creía de mí
mismo. Busquemos una frase o idea fuerza que nos pueda poner de nuevo en ese
estado.